Elfo De Sangre

Maquinadores Avariciosos

En sus orígenes, los goblins eran esclavos de los trols de la selva de la Isla de Kezan, quienes los obligaban a explotar las minas de kaja'mita en las entrañas volcánicas del Monte Kajaro. Los trols usaban este potente mineral para sus rituales vudús, pero este produjo un efecto inesperado en los esclavos que estaban en contacto constante con él: la kaja'mita imbuyó de ingenio e inteligencia a la raza goblin.


Historia de los goblins

Mediante la creación en secreto de poderosos artefactos de ingeniería y alquimia, los goblin se libraron pronto de sus opresores y reclamaron Kezan como su patria. Las minas que fueron un día la prisión de los goblin, su campo de esclavos, y la base de su rebelión se han transformado ahora en la ciudad de Minahonda. Minahonda, que atraviesa el corazón de la isla con una red mareante de túneles, cámaras y tubos de lava, representa la mente compleja e impredecible de los goblin. Allí fue donde construyeron la base de un imperio y los elementos naturales de la maña (algunos lo llamarían duplicidad) inherentes a la raza se desarrollaron hasta el extremo. Los inventos de los goblin les ayudarían a dominar el mundo (o al menos a poseer una tasa rentable de él).

Para consternación de los goblins, los efectos de la kaja'mita comenzaron a desaparecer y, con ellos, su inteligencia. Y peor aún: las menas comenzaron a escasear, los suministros iban menguando y el desespero se adueñó de ellos...

Sus inventos, en su día brillantes, comenzaron a parecer peligrosos e improvisados, y los estafadores nativos de Kezan comprendieron que tenían que hallar otros modos de satisfacer su avaricia. La astucia y la codicia que les quedaban pronto los convertirían en preeminentes maestros del mercantilismo. Amasaron grandes fortunas, y la Isla de Kezan se convirtió en un núcleo de barcos goblins mercantes. En la Segunda Guerra, un ambicioso príncipe mercante aceptó prestar los servicios de su cártel a la Horda. Tras la derrota de esta, los goblins se dieron cuenta de que podían doblar sus beneficios si su relación con ella no fuera... exclusiva. Al terminar la Tercera Guerra, los goblins prestaban servicios tanto a la Horda como a la Alianza.

Hace poco, el Cártel Pantoque, la facción goblin establecida en Orgrimmar y en Azshara, encontró un nuevo enemigo en la Alianza. Ciertos encuentros poco rentables con el IV:7, la hermética división de las tropas del rey Varian, han alejado al príncipe mercante Gallywix de su cómoda neutralidad. Tras reinstaurar antiguos pactos que, en su día, los hicieron aliados de sus compañeros, los goblins del Cártel Pantoque han sido recibidos con los brazos abiertos en la Horda

Capital

Muelle Pantoque

Muelle Pantoque

Tras la destrucción de los hogares situados en los puertos de Kezan, muchos de los goblins supervivientes del Cártel Pantoque han huido, se han unido a sus nuevos camaradas de la Horda y se han afincado en el Muelle Pantoque de Azshara. Aquellos que no son goblins suelen especular acerca del origen de la ciudad; Muelle Pantoque surgió en un tiempo récord después de la llegada de los refugiados de Kezan, y su construcción intrínsecamente goblin ha propiciado una atmósfera de libertinaje y desorden. Los soldados de Orgrimmar acaban de llegar a Pantoque, pero el valor del puerto como frente estratégico entra en conflicto con el deseo de algunos goblins avasalladores de convertirlo en una nueva versión de su hogar ancestral (con abundantes antros de juego, casas de placer y otros lujos comerciales). Es probable que esta brecha cultural haga aumentar la tensión entre las filas de la Horda más pronto que tarde.

Clases Disponibles