Durante toda una eternidad, el titán caído, Sargeras, había estado planeando acabar con toda la vida sobre la faz de Azeroth. Con este fin, Sargeras poseyó al hechicero humano Medivh y le obligó a encontrarse con Gul'dan, un brujo orco en el mundo de Draenor. Allí, los demoníacos sirvientes de Sargeras en la Legión Ardiente comenzaron a corromper a los otrora pacíficos orcos, y los convirtieron en un ejército sediento de sangre conocido como la Horda. Esta fuerza maldita invadió Azeroth a través de El Portal Oscuro, una puerta dimensional creada por Medivh y Gul'dan, y comenzó a luchar contra la nación humana de Ventormenta. Ayudados por el medio orco Garona, campeones humanos como Anduin Lothar lucharon valientemente para proteger su reino. Sin embargo, la poderosa Horda terminó por sobrepasar las defensas de Ventormenta. Mientras la urbe caía trágicamente, Garona traicionó a sus aliados y asesinó al Rey Llane Wrynn, sellando la derrota de la nación.